Para tener una casa llena de plantas hay que empezar por el suelo

Puede parecer una obviedad pero no lo es tanto. Resulta innegable que tener una casa llena de plantas beneficia nuestra salud y el suelo de las plantas es un aspecto a tener muy en cuenta también, por el mismo motivo. Tener plantas en casa es sano, es beneficioso, nos hace bien, esto es así, será más o menos incómodo o trabajoso, eso ya depende de cada uno pero lo que es sin duda, es muy saludable y no lo decimos las amantes de las plantas, lo dicen los científicos que siempre se ponen muy serios para estas cosas.

Uno de estos científicos tan serios fue Jørn Viumdal que se fijó durante mucho tiempo en el poder de las plantas y desarrolló el método Skogluft en 2019. 

Jørn comenzó su vida laboral como ingeniero mecánico pero, tras dar un giro a su vida y ponerse en contacto con la NASA, encontró las claves para localizar esas plantas de interior que mejor cuidan de nosotros aunque nosotros no nos demos cuenta así, a primera vista. Plantas que reducen nuestra fatiga, que fortalecen nuestro sistema inmunitario, que mejoran nuestra capacidad de concentración, nuestra vitalidad e incluso nuestra forma de comunicarnos.

Él plantea la posibilidad de crear en casa jardines verticales, a los que hay que añadir una correcta iluminación para que el resultado sea un aumento del bienestar en nuestra vivienda.

El método Skogluft y sus importantes beneficios

Es curioso que cuando algo funciona a lo mejor los usuarios tardamos un poco o un mucho en llevarlo a nuestra propia vida y sin embargo, las grandes empresas son capaces de ver sus beneficios enseguida.

Google ya ha implementado este método en sus oficinas de Noruega y según Jan Grønbech, CEO de la compañía en ese país, están encantados con los resultados porque “las plantas limpian el aire de los tóxicos que emiten las pantallas del ordenador y dan a las personas más energía, más vitalidad” lo que ha conseguido entre otras mejoras que “se ha reducido el absentismo laboral a menos de 1% y de ello se deduce el aumento de la productividad”.

Estar rodeado de plantas ayuda a bajar los niveles de cortisol, según comprobó el propio Viumdal, siempre que haya la cantidad y la concentración de plantas óptima. El estado de ánimo mejora y el sistema inmunológico se recupera poco a poco, se reducen los problemas respiratorios, disminuyen los dolores de cabeza y se reduce el cansancio.

La recomendación es poder ubicar un mínimo de 16 plantas en la pared aunque, obviamente cuantas más plantas se puedan colocar más fuerte será el efecto del método Skogluft.

Los agricultores le llaman “oro negro” por lo que significa de cara a la alimentación de los cultivos, además es una práctica que reduce la producción de basura de los hogares… Clic para tuitear

Jardines interiores

Si no podemos organizar toda una pared para crear un jardín interior como plantea Viumdal sí que podemos añadir unas macetas por aquí y por allí para hacer un poco más natural nuestro entorno más cercano y en el que pasamos más tiempo, nuestra propia casa.

Para empezar podemos ir localizando las plantas que son más fáciles de cuidar o lo que es lo mismo, las que sean más difíciles de matar. Plantas para principiantes que consigamos mantener lustrosas y sanas y que nos animen poco a poco a ir añadiendo alguna más a nuestro salón, a la cocina, a algún baño o incluso a nuestro dormitorio a pesar de la mala fama inmerecida que tienen en esa habitación.

Y después tenemos que tener en cuenta el suelo en el que vamos a plantar nuestras nuevas plantas porque no se trata de que nos sumemos a uno de los problemas que están teniendo distintos países por culpa de nuestra buena intención de hacer más saludables nuestros hogares.

El suelo de las plantas

La demanda de tierra para macetas se ha disparado en los países más desarrollados como pueden ser los europeos o Estados Unidos, quizás porque tras los meses de confinamiento, somos muchos miles los que nos hemos animado a poner plantas en casa. Muchos miles de demandantes de sacos de tierra en viveros e invernaderos y esto ha hecho que los tres elementos que más se utilizan para la tierra que usamos en nuestras macetas, se hayan convertido en tres peligros importantes para el medio ambiente y la salud humana.

La vermiculita se extrae de pozos profundos y abiertos, al aire libre, la maquinaria pesada para extraerla, las plantas de producción en las que se hornea a más de 500 grados celsius, causa estragos al medio ambiente.

La turba está fabricada a partir de capas esponjosas de materia vegetal y las turberas son el mayor almacenador terrestre de CO2 de todo el mundo, por delante de los bosques aunque solo se extienden por el 3% de la tierra.

Los humedales donde se encuentran las turberas están disminuyendo de forma peligrosa, lo que hace que sea perjudicial y peligroso para el medio ambiente.

El coco es la alternativa más popular a la turba, se fabrica con la cáscara fibrosa que queda tras la recolección de la fruta y la leche de coco. La industria del coco es famosa por sus bajos salarios, por utilizar niños como mano de obra, por unas condiciones laborales peligrosísimas a lo que hay que añadir que es un producto que necesita una enorme cantidad de agua, lo que no lo hace respetuoso con el medio ambiente ni sostenible.

Jørn Viumdal se fijó durante mucho tiempo en el poder de las plantas y desarrolló el método Skogluft en 2019.  Clic para tuitear

Una solución sensata y barata

Pocas veces tenemos la solución tan a mano y nos sale tan económica. Si sabemos que es saludable tener plantas en casa pero no lo es tanto que usemos productos como la fibra de coco, la turba o la vermiculita para nuestras plantas ¿qué podemos hacer?

Muy sencillo, podemos compostar o lo que es lo mismo, reciclar la materia orgánica que producimos en casa, para enriquecer el suelo que vamos a utilizar con nuestras plantas.

La descomposición de la materia orgánica consigue un producto fertilizante y regenerador del suelo de alta calidad al que llamamos compost.

En la terraza o en el jardín, o incluso en un rincón de la cocina podemos ir reciclando nuestros residuos orgánicos con el fin de alimentar a las plantas que benefician nuestra salud.

Desde la ONG Amigos de la Tierra han publicado un manual básico gratuito que se puede descargar para leer tranquilamente y aprender lo sencillo que es hacer compost en casa para alimentar nuestras plantas.

Los agricultores le llaman “oro negro” por lo que significa de cara a la alimentación de los cultivos, además es una práctica que reduce la producción de basura de los hogares. En países como Francia se está animando a la población a empezar con la aventura de compostar sus residuos orgánicos y en ciudades como Córdoba, se ha regalado a una parte de la población una compostadora casera para empezar con el proceso.

Se trata de imitar a la propia naturaleza en el proceso de transformar los residuos orgánicos hasta convertirlos en un producto fertilizante de los vegetales y regenerador de los suelos.

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Pilar Fonseca

Primero fui mujer, después periodista, luego esposa y ahora además de todo eso madre. Esto último me obligó a reorganizar todo lo anterior.
Me gusta escribir y comunicar.
Disfruto con un buen libro, una buena película, una buena serie, un buen viaje y una buena charla con amigos.
Podría alimentarme sólo de queso y chocolate acompañados de un buen vino, una que es mujer de gustos sencillos.

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